El metro de Madrid deja de ser, por unos días, ese no lugar de paso y nos ofrece una buena escusa para llegar tarde al trabajo.
Varias de sus líneas han sido convertidas en improvisados teatros con patio de butacas, donde sentarse para disfrutar en audio las propuestas que se presentarán en el Festival de Otoño en Primavera 2011.
Por una vez todos al metro y...mucha mierda
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